Convertirse en madre es un momento muy especial para muchísimas mujeres alrededor del mundo. Pero tus prioridades pueden ser otras, quizá ni siquiera se cruzó por tu cabeza, quizá es algo que vez como una posibilidad en el futuro lejano. Esto es cada vez más recurrente en mujeres modernas y audaces.
Sin embargo, hay cosas que conviene saber para el futuro: hay momentos específicos en la vida de una mujer en lo que los riesgos por un embarazo pueden ser mayores. Después de los 35 años, el organismo ya no es el mismo y el cuerpo no se adapta bien a los cambios que podrían presentarse durante el crecimiento de un bebé en 9 meses.
Esto no significa que a esta edad las mujeres no puedan tener hijos, ¡todo lo contrario! Lo cierto es que cada cuerpo es un mundo, cada uno es distinto entre sí, entonces cada caso es distinto.
Además, en la actualidad existen numerosos tratamientos fértiles que pueden ayudar, la ciropreservación, por ejemplo, te permite alargar el tiempo en el cual podés decidir ser madre .
Riesgos en el embarazo de una mujer mayor de 35 años
Si bien un embarazo siempre conlleva un riesgo mínimo que no se puede evitar, después de los 35 años este porcentaje aumenta, por lo que la mujer debe tener más cuidado y contemplar tratamientos más específicos para poder mantenerse sana y mantenre sano a su bebé.
Por ejemplo: a mayor edad, mayor posibilidad hay de un aborto espontáneo. Estos normalmente se dan porque el organismo no está completamente preparado y, aunque podés llevar una vida completamente saludable, lo cierto es que con el tiempo, tú cuerpo se va desgastando.
También, se pueden presentar complicaciones durante el embarazo que pueden dependerse de muchas variables. Hablamos de condiciones como preeclampsia, la cual se asocia directamente con la hipertensión. La placenta previa, la cual ocurre cuando la placenta está muy próxima al cuello uterino. O el parto prematuro y el bajo peso del bebé al nacer.
Como si fuera poco, se pueden presentar problemas serios, e incluso mortales, tanto para la madre como para el hijo, en el momento del parto.
Es importante concientizar y entender que un embarazo después de los 35 años no es algo para tomarse a la ligera y que debe estar bajo el mayor cuidado médico posible. Para ello, la mujer podría apoyarse en los diferentes tratamientos fértiles y, ¡he allí donde entra la criopreservación!
¿De qué se trata la criopreservación?
Uno de los tratamientos fértiles más conocidos es la criopreservación o el congelamiento de los embriones. Para este se seleccionan embriones supernumerarios, que puedan ser usados en un futuro. Lo más importante, la probabilidad de que el congelamiento altere la calidad de los embriones es mínima, y la tasa de sobrevida de los óvulos es superior al 97%.
No obstante, tenés que saber que los criterios en los que se basa este tratamiento son muy exigentes. Es decir, la selección de los óvulos no se hace al azar y deben hacerse exámenes primero para poder analizar la calidad de los mismos y si cumplen con las características para poder ser congelados.
No todos los óvulos pasan estas pruebas, por lo que no todos los pacientes son aptos para que los óvulos sean criopreservados. El proceso de congelación como el de descongelación es potencialmente agresivo para los óvulos, por lo que los biólogos son los encargados de determinar cuáles sí y cuáles no.
Pero quizá el aspecto más interesante a considerar es como este procedimiento ha empoderado a mujeres al rededor de todo el mundo, hoy podés elegir cuando ser madre, ya no estás atada a tu reloj biológico.
¿Cómo la criopreservación puede ser solución?
Uno de los riesgos que más afecta a las mujeres que esperan a ser madres después de los 35 años es, precisamente, lo difícil y complicado que puede ser embarazarse. Existen demasiados factores que se juntan, poniendo todo más cuesta arriba.
La criopreservación ha implicado un cambio radical en cuanto a cómo enfrentar este problema. El congelamiento de óvulos les permite planificar un buen embarazo, con el cuidado médico necesario, para garantizar la seguridad del bebé, y la propia, haciendo que todo sea mucho más llevadero. La razón es simple, una mujer puede decidir embarazarse luego de los 35 años, pero sin los riesgos naturales que esto implicaría. Ya que usaría los óvulos de calidad superior que había criopreservado unos años atrás.
El tiempo por el cual pueden estar congelados los embriones depende de cada centro de fertilidad, pero hay clínicas que pueden mantenerlos durante hasta más de 40 años, por lo que el tiempo ya no es un factor preocupante.
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