Desde que somos pequeñas somos expuestas a el concepto de “la vida ideal”, donde nacemos, crecemos, estudiamos, conocemos nuestra media naranja y formamos una familia para vivir felices para siempre.
La dura verdad es que la vida no siempre es así. No todas vamos a conocer al amor de nuestra vida de una forma épica o – más importante aún – de forma temprana.
Hoy en día contamos con la posibilidad de ser quienes queramos ser, tener el trabajo que queramos, sin necesidad de apearnos a las “reglas sociales” sobre cómo debe lucir o ser una mujer. Ya nos nos define completamente el hecho de ser madre o no.
Sin embargo, aunque no sea una obligación o prioridad para muchas, lo cierto es que el deseo de en algún momento ser madres sigue ahí para la mayoría, dormido, pero ahí está.
El dilema está en que, con tantas opciones, posibilidades, y ocupaciones diferentes, ¿cómo pretenden que elijamos a una sola persona de buenas a primeras y decidamos formar un futuro con ellos?
El reloj biológico es una realidad
Por más que luches, tu cuerpo y tu mente no están sincronizados. Es que aunque no sea una prioridad para ti en este momento convertirte en mamá, tu cuerpo generalmente se encuentra en el momento más propicio para un embarazo exitoso.
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Para entender de qué va esto del reloj biológico debes comprender un poco de biología básica.
Veamos, para poder producir óvulos – que eventualmente serán fecundados y terminarán convirtiéndose en un bebé – las mujeres cuentan con una reserva ovárica.
Básicamente esta reserva es la cantidad de ovocitos contenidos en los ovarios femeninos que tienen la capacidad de madurar y ser ovulados durante un momento determinado de la vida de la mujer.
Este reserva es finita, lo que quiere decir que la cantidad de ovocitos irá en descenso a medida que pasen los años, este descenso será más rápido a partir de la primera menstruación.
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Con cada ciclo menstrual apenas es un ovocito el que se madurará y llegará a la ovulación, el resto va ir siendo desechado hasta llegar a su agotamiento. Aunque varía de mujer en mujer, la reserva se agota alrededor de los 45 y 55 años, que es cuando aparece la temida menopausia.
Este es el caso de las mujeres que gozan de una fertilidad “normal”, no estamos contando a las mujeres que nacen con una menor cantidad de ovocitos reserva – resultando en menopausia precoz – o aquellas que por una razón u otra, cuentan con problemas para quedar embarazadas.
Si bien ya no hay una gran presión social para concebir, la presión biológica persiste por el simple hecho de que va a llegar un punto – generalmente después de los 35 años – en el que la fertilidad de la mujer va a decrecer. A esto se le conoce como el reloj biológico, el periodo fértil en la vida de la mujer.
¿Debo elegir entre encontrar el amor o comenzar una familia?
Una vez que las mujeres se dan cuenta de que existe una especie de “carrera contrareloj” para quedar embarazadas, siente la presión de hacerlo lo más antes posible. El problema está en que este es un paso enorme y extremadamente importante en la vida de cualquier persona.
Convertirse en madre no es una decisión que se deba tomar a la ligera, las consecuencias de la misma son para toda la vida (no como ese tatuaje que te hiciste en secundaria).
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Por otro lado, no es sólo elegir entre ser madre o no. Es elegir con quién hacerlo. En un mundo ideal conoceríamos a una persona y sabríamos que ese es el ser humano con quien queremos que nuestro futuro bebé comparta el 50% de su ADN.
La vida real no es así, lo más seguro es que ni la mitad de las relaciones en tu vida hayan sido tan significativas como para siquiera pensar en bebés. Pero a medida que pasa el tiempo las opciones se hacen más escasas y el temido reloj biológico sigue haciendo tic-tac.
Es entonces cuando debes hacerte la pregunta: ¿Es momento de sentar cabeza o de seguir esperando por el indicado?
¿Qué debo elegir?
La respuesta a esta pregunta solo la podés saber vos. ¿Quién más que vos para elegir si seguir esperando o empezar de una? Cada mujer es diferente y dar un consejo que aplique para cada uno de los casos sería imposible.
Sin embargo, queremos que sepas que contás con una opción C de criopreservacion. Con este método podés preservar tus óvulos mientras estás en tu pico de la fertilidad, evitando que los mismos se desgasten con el tiempo.
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De esta forma seguís con tu vida, tu trabajo, tus proyectos personas y travesía encontrando a tu media naranja, sin preocuparte por la calidad en la que estén tus óvulos cuando finalmente decidas comenzar una familia.
En Genaden ofrecemos servicios de criopreservación altamente confiables, ¡si querés saber más acerca de esta técnica no dudes en descargar nuestro Ebook gratuito!:
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