Desde pequeñas las mujeres tienen un millón de preocupaciones que atender: los estudios, la carrera, el trabajo… A medida que el tiempo pasa, existe otro tema que poco a poco aumenta su importancia sin que ellas necesariamente lo sepan: la fertilidad.
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No es secreto para nadie, medianamente informado, que la fertilidad de la mujer disminuye a medida que pasa el tiempo. Pero esto ya no es un problema, ya que actualmente existen medidas que se pueden tomar al respecto. La verdadera cuestión es que muchas mujeres no saben que estas opciones existen.
Lo cierto es que con los avances en la ciencia y en la medicina, podés contar con varios tratamientos para preservar tu fertilidad, sabiendo que, aunque el tiempo pase, este no te va a afectar.
¿Por qué la fertilidad puede ir en declive?
Para entender cómo la fertilidad puede ir disminuyendo, primero hay que entender por qué somos fértiles en primer lugar. Al nacer, las mujeres cuentan con una reserva determinada de ovocitos —células femeninas que pueden convertirse en óvulos maduros— que va disminuyendo a medida que pasa el tiempo.
Cuando la mujer pasa por su primera menstruación comienza el proceso de ovulación. Es decir, el momento en el que uno de estos ovocitos madura para convertirse en óvulo y salir del ovario. Cada proceso de ovulación que vive una mujer sin lograr un embarazo trae consigo la pérdida de parte de su reserva ovárica.
A menor número de ovocitos en la reserva, menor será la cantidad de óvulos que podrá producir la mujer y, en consecuencia, menores serán sus probabilidades de lograr un embarazo. Lo usual es que sean alrededor de 400 ovulaciones a lo largo de la vida fértil.
Pero no solo el número disminuye, también lo hace la calidad, la realidad es que una mujer embarazada a una edad relativamente avanzada, como los 40 años, expone al bebé a riesgos y enfermedades. Es decir, se produce un embarazo de alto riesgo.
Es necesario que cualquier mujer disponga de esta información. Así le será posible tomar las medidas que sean necesarias para preservar su fertilidad, planificar con tiempo y ser madres si así lo decide.
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¿Cuáles son las opciones con las que contás?
Hoy en día, gracias a los avances de la medicina reproductiva, existen varios procesos a los que podés someterte para preservar tu fertilidad.
Una de las primeras cosas que debés saber es que cada tratamiento funciona diferente dependiendo de diversos factores, como la salud o la edad. Para preservar la fertilidad de una mujer lo recomendado es la criopreservación de los óvulos, pues permite que la mujer decida el momento en el que ella quiere ser madre, sin tener que preocuparse por los años que pasan.
Eso sí, es necesario comprender que para que este tratamiento sea efectivo la edad en la que criopreserves tus óvulos es importante. Esta técnica no es una solución de último momento, debe ser planificada con antelación para asegurar los mejores resultados posibles.
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Lo óptimo es que se preserven los óvulos antes de los 35 años, ya que después de esta edad disminuye la cantidad y la calidad de los mismos.
Otra de las variables que podés encontrar es la cantidad de óvulos para criopreservar. Las mujeres que preservan 10 óvulos tienen un 69% de posibilidad de tener un embarazo exitoso. Por otro lado, las que realizan un congelamiento de de 20 óvulos logran un 90% de éxito. Con 30 óvulos las posibilidades aumentan hasta en un 97%.
Estos óvulos pueden ser usados hasta que la mujer cumpla 50 años, dándole la oportunidad de ser mamá cuando ella lo decida.
Lo cierto es que tomar la decisión de criopreservar tus óvulos no es algo que debas hacer a la ligera. Como mencionamos, existen varios factores que determinan si se llegará al embarazo o no. ¡Es cuestión de planificar con tiempo!
¿Cómo ocurre la criopreservación?
La criopreservación es un método cuya popularidad ha ido creciendo en los últimos años. Pero, ¿conocés realmente cómo funciona este tratamiento?
Lo primero que se hace es evaluar tu reserva ovárica, es decir, la cantidad de óvulos que tenés disponibles. Esto se hace mediante una ecografía y análisis de sangre. Luego la paciente se somete a un tratamiento con medicación que es monitoreado constantemente.
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Después de estos chequeos rutinarios, entras a la fase de la recuperación de óvulos. Esta consiste en un proceso ambulatorio donde se te aplicará anestesia para poder recuperar —o sea, extraer— los óvulos mediante guía ecográfica. Después de 2 horas de finalizada la intervención se te otorgará el alta médica.
Por último, se procede a la preservación de los óvulos mediante el congelamiento de los mismos. Es en este momento donde los óvulos maduros son vitrificados para que mantengan su calidad durante años.
Después de esto, es cuestión de que decidas en qué momento deseas descongelar tus óvulos. Dándote la oportunidad de aprovechar los años sin preocuparte por tu fertilidad.
Si todavía no estás segura de si la criopreservación es para vos, descargá nuestro eBook y aprendé cómo podés detener tu reloj biológico mediante el congelamiento de óvulos.
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