Construir una familia desde cero no siempre resulta de acuerdo al plan que tenías en mente. Siempre existe la posibilidad de que no puedas engendrar un hijo con tu pareja de forma natural. De hecho, es un problema bastante común en nuestros días.
Es una realidad que puede ser muy frustrante. Sin embargo, ¡no está todo perdido! Existe todo un mundo de posibilidades y de decisiones por tomar. Decisiones que te ayudarán a cumplir tu sueño de ser madre. Cuando enfrentas la realidad de que no podés ser madre mediante el método natural, ¿en qué pensás? Es posible que por tu cabeza ronden dos opciones: ser madre con ovodonación o adoptar a un niño.
Pero, ¿cuál es la mejor opción para ti? ¿Recurrir a una clínica de fertilidad y someterte a un tratamiento de ovodonación o adoptar a un niño?
Para empezar, obtener un óvulo donado significa que podrás gestar al bebé desde su concepción hasta el nacimiento. Lamentablemente, los problemas de fertilidad también incluyen las dificultades o la imposibilidad de terminar con éxito un embarazo. ¿Es ese tu caso? Debés conocer la respuesta para tomar la decisión más acertada.
También necesitás estar informada sobre qué implica cada uno de estos procesos. Sobre la primera opción, podés consultar este artículo que detalla en qué consiste la ovodonación y leer el testimonio de algunas beneficiadas por este tratamiento. ¡Seguí leyendo este artículo para saber un poco más sobre la adopción de niños!
Aspectos a tomar en cuenta sobre la adopción
Así como escoger a una donante de óvulos es un procedimiento complejo, buscar y elegir a un hijo adoptivo no está libre de complicaciones. Lo que realmente hace del proceso de adopción algo tan complicado es la intensidad y la duración del mismo.
Las adopciones controladas por los gobiernos son a menudo extremadamente engorrosas. Además, es común encontrarse con que los niños que efectivamente podés adoptar ya han abandonado la infancia. Las adopciones a través de instituciones privadas, por otro lado, suelen ser más simples pero no se libran de extensos problemas legales y emocionales.
Uno de los mayores problemas con la adopción es que, en cualquier momento —incluyendo el día del nacimiento del niño que deseas adoptar—, la madre biológica puede cambiar de opinión y decidir no dar a su hijo en adopción. Incluso después de un proceso de adopción exitoso, es posible que la madre lleve a juicio a los padres adoptivos en un intento de recuperar o mantener la custodia del niño.
Además, es un error común pensar que todos los niños que no tienen un hogar son adoptables. Hay muy pocos menores en situación de adoptabilidad. Puede que no estén con sus padres, pero siguen teniendo diversos vínculos con su familia. Esta familia, a menos que emita una renuncia expresa, tiene hasta los 18 años del menor para reclamarlo.
Como hay pocos niños que pueden ser adoptados, la solicitudes pendientes son muchísimas y los tiempos de espera parecen interminables. Los plazos han aumentado muchísimo en los últimos años, siendo el promedio de 4 a 8 años.
El costo de un proceso de ovodonación
Debido a las medicinas, el tiempo y los recursos involucrados, la ovodonación es considerablemente más costosa que la adopción. De hecho, algunas agencias de adopción asumen los gastos del cuidado médico de la madre biológica.
En cualquier caso, los gastos de todo proceso de donación de óvulos recaen sobre la familia que criará al bebé. Este es un factor muy importante. Antes de tomar cualquier decisión, investigá personalmente cuál es el costo de cada opción y determina con honestidad cuál podés permitirte de acuerdo al presupuesto con el que contás.
Entonces, ¿cuál es la mejor?
Ninguna de las dos opciones es mejor o peor. Simplemente son diferentes y así es cómo deben examinarse y tratarse. En principio y psicológicamente hablando, es razonable pensar que la ovodonación es lo más recomendable para aquellas mujeres que deseen fervientemente gestar a un bebé en su interior, y darlo a luz. Así como poder participar de su formación desde su llegada al mundo.
Muchas de ellas tendrán dudas de cómo podrían aceptar a un bebé cuya carga genética procede de una donante desconocida. Sin embargo, es un hecho que una vez que logrado el embarazo, la alegría es tan inmensa e intensa que ya no le suelen dar importancia al origen del bebé.
Algunas mujeres consideran que no es necesario gestar a su bebé, o participar en su formación temprana, y prefieren adoptar. Llegado este punto, ambas opciones tienen algo en común: nacen de la necesidad de dar cobijo y cariño a un niño, del deseo de formar una familia, y del sueño de convertirse en madre. Siendo esto así, el origen del niño no es un problema a la hora de darle todo tu amor y protección.
En conclusión, elegir entre la donación de óvulos y la adopción es una decisión particularmente difícil. Antes que nada los futuros padres tienen que lidiar con cómo se sienten sobre su problema de infertilidad.
Con respecto a la donación de óvulos, la principal ventaja es la oportunidad que tiene uno de los padres de proporcionarle a su hijo la mitad de la carga genética con la que será concebido. Esto también conlleva una serie de ventajas adicionales, no solo por la relación que tendrán con el bebé en el futuro, también porque la ovodonación le permite a la madre gestante controlar y vigilar de primera mano todo lo relacionado con el embarazo.
En Genaden comprendemos que esta ventaja puede ser decisiva a la hora de que escojas una u otra opción. ¿Aún tenés dudas? Recordá que nuestra clínica de fertilidad pone a tu disposición la posibilidad de agendar una asesoría sin cargo. ¡Queremos ayudarte!
Nutrite de toda la información que querás en nuestro blog. ¡Visitanos!