¿Las relaciones abiertas pueden funcionar?

En los últimos años, las mujeres han redefinido su rol en las relaciones de pareja: cada vez existen menos tabúes a la hora de pedir lo que necesitan o lo que desean. En plena lucha por su empoderamiento, cada vez son más las mujeres que se animan a  salirse de vínculos convencionales, para sentirse libres de condicionamientos sociales y culturales, y hacer pleno ejercicio de su libertad.

Si en general las relaciones humanas son complejas, las de pareja mucho más. Creencias tales como que una relación debe cumplir con todas tus aspiraciones románticas y sexuales, complejizan el terreno. Porque las expectativas que coloques sobre el comportamiento del otro, van a recaer con la misma intensidad sobre vos también. Todo esto, volcado a la posibilidad de que te sientas atraída por una persona por fuera de la pareja, se puede traducir en muchísima culpa. Innecesaria.

Lo cierto es que, esperar que tu pareja absorba todas tus expectativas, sólo te generará frustración. Y, en el terreno romántico, cumplir tus fantasías también es responsabilidad tuya.

Hoy, culturalmente, se ha generado el espacio para que expreses lo que necesitás para no vivir con la sensación de que te falta algo. Incluso si necesitás redefinir los límites de tu pareja: el objetivo es que ambos vivan en plenitud. Tal vez, escribir sus propias reglas.

¿Qué es una relación abierta?

Las relaciones abiertas no son algo nuevo, pero si no lo experimentaste antes, la idea puede parecerte confusa y hasta arriesgada. ¡Pero no tiene por qué serlo!

¿Más parejas sexuales? ¿Parejas ocasionales? ¿Otra relación? Tener una relación abierta pasa por reestablecer los límites de tu relación para alcanzar un acuerdo que deje asentado que ambas partes pueden tener relaciones íntimas fuera de la pareja, sin que esto sea considerado una infidelidad.

Desde hace milenios, la sociedad estipuló que las relaciones de pareja debían ser monógamas. Y, desde entonces, este tipo de vínculos en los que no se permite tener más de una pareja al mismo tiempo, han sido lo que conocemos como “tradicional”.

Como consecuencia de esto, “la exclusividad” como concepto se ha convertido en sinónimo de compromiso y hasta de amor. Así, a las parejas que no sean exclusivas, se las considera como si no estuviesen comprometidas o no se amaran lo suficiente. Cuando en realidad, el hecho de que una pareja desee expandir sus límites y tengan el valor y la confianza de plantearlo face-to-face, demuestra un profundo nivel de compromiso.

Este es una de las condiciones para construir relaciones abiertas: ambas partes deben tener la suficiente confianza en sí mismas, a la vez que en el otro, para acordar abrir sus límites. Porque, al igual que una monógama, una relación abierta consensuada no puede sostenerse si una de las partes está emocionalmente disconforme. ¡Al final, estamos en pareja para aumentar nuestra felicidad y satisfacción! Además de para acompañarse mutuamente.

Una relación abierta no es sinónimo de una relación poliamorosa

Al igual que en la sexualidad, las relaciones son un espectro amplio: no hay blancos y negros. Sin embargo, entre tantos matices, podemos diferenciar claramente entre una relación abierta y una poliamorosa. Y con esto respondemos la duda existencial de si tener una relación abierta significa que tu pareja o vos podrían involucrarse sentimentalmente con otra persona.

La respuesta es que no. Si bien cada pareja define sus propias reglas, por definición, una relación abierta no restringe la posibilidad de involucrarse con otros sexualmente. Pero, si acuerdan generar vínculos emocionales profundos con personas fuera de la pareja, esto responde al concepto de “relación poliamorosa”.  

Afortunadamente, hoy vos sos libre de crear el tipo de relación que te haga feliz a vos y a tu pareja.

¿Cuál es la motivación para una relación abierta?

Reconocer las razones por las que querés abrir tu relación a nuevos estímulos es una fase importante. Esto habla de que entenderte a vos misma, de descubrirte.

Vos sos quien decide qué querés, pero cuando querés algo tenés razones para quererlo. La idea es que te des el tiempo para pensar por qué querés lo que querés.

Así vas a saber qué buscar y a qué apuntar, y si tus deseos se satisfacen con una relación monógama, está perfecto. Pero si no, está buenísimo que sepas que existe un gran espectro para descubrir dónde están las cualidades que te hacen feliz.

¿Lo querés? Discutilo con tu pareja

El consenso es fun-da-men-tal y aplica para todo. Es un gran ejercicio de confianza, de autoconocimiento y de madurez.

En las relaciones abiertas, al igual que en cualquier otro tipo de relaciones, es necesario consensuar que desean compartir su vida juntos para hacerle frente a los desafíos que se vayan presentando en el camino. Este acuerdo dependerá de su relación y es tan privado y personal como lo es cualquier otro acuerdo dentro de relación.

Estar con personas que comparten y entienden nuestros deseos en temas que los incluyen a ambos es una experiencia enriquecedora, que los fortalecerá como pareja pero también te va a fortalecer a vos como mujer libre e independiente. Vos podés vivir tu vida a tu tiempo, bajo tus reglas y esta solo es una muestra de ello.

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