Muchas mujeres se imaginan casadas y con hijos antes de los 30. Pero, una cosa es lo que ellas piensan y otra lo que en realidad pasa. Lo cierto es que tener un bebé es una gran responsabilidad que consume tiempo, dinero y espacio. Elementos que una mujer joven y trabajadora apenas está consiguiendo.
La decisión suele estar en elegir entre el trabajo o la maternidad. Esto es porque las mujeres cuentan con un reloj biológico. Después de los 35 años, la fertilidad no es la misma y la capacidad para quedar embarazada disminuye. Simultáneamente, muchas están en el proceso de encontrar una pareja o desarollar una carrera.
Cualquier sea el caso, la realidad es que los planes de vida no siempre se alinean con el punto más alto de fertilidad en la mujer.
¿Qué tienen que ver las empresas en todo esto? Muchas se dieron cuenta de la difícil elección que tienen muchas mujeres y, buscando ayudar, ofrecieron pagarles la solución al problema: la criopreservación o congelamiento de óvulos.
Las empresas y el congelamiento de óvulos
Conseguir un buen trabajador no es tarea sencilla. Los empleadores deben pasar por muchas personas hasta dar con el diamante entre el carbón y, una vez encuentran al candidato perfecto, van a hacer todo lo posible para mantenerlo.
A esto hay que sumarle el hecho de que muchas mujeres hacen a un lado su carrera por buscar ser madres. Por estas razones, las empresas optan por ofrecer beneficios competitivos. Uno de los más recientes es el de ofrecerles a sus trabajadoras la opción de congelar sus óvulos y retrasar la maternidad.
En el año 2014, Facebook se convirtió en la pionera de esta iniciativa para atraer y mantener a empleadas femeninas en Silicon Valley, donde existe un enorme desequilibrio de géneros en la plantilla laboral.
A esta gran empresa se les sumaron otras, como Yahoo, Google y Apple, por nombrar algunas.
Esta medida tiene como objetivo facilitar la planificación familiar sin condicionantes como la edad o la pareja. Asimismo, ayuda a las trabajadoras a extender su vida fértil, permitiendo que se enfoquen en otros elementos de sus vidas, como el trabajo, sin tener que preocuparse por su reloj biológico.
¿Por qué es importante alargar la fertilidad?
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El tiempo más importante en el trabajo, para establecer una trayectoria, coincide usualmente con el periodo fértil. Muchos afirman que una de las razones por las cuales existe una diferencia de salario entre los hombres y las mujeres es, justamente, la maternidad.
Presionadas por el reloj biológico, muchas deciden tener hijos cuando apenas están comenzando su vida profesional. Esto tiene como consecuencia que las mujeres dividan su tiempo entre las responsabilidades laborales y las de ser madre.
Entre la ausencia por maternidad, las reuniones escolares, las idas al médico… el desempeño puede desmejorar y muchas se quedan estancadas en el mismo puesto por años.
Por otro lado, los hombres no siempre asumen las obligaciones de ser padres, por ende gozan de la facilidad de escalar en su vida profesional sin ningún tipo de distracción.
Sin embargo, hay que aclarar algo muy importante, el trabajo no es la única razón por la que las mujeres pueden querer retrasar formar una familia. Las generaciones actuales terminan de estudiar alrededor de los 21-24 años.
Las chicas quieren disfrutar al máximo los primeros años de independencia con ingresos propios… viajar, salir con sus amigas, comprarse ropa nueva, en conclusión, vivir la vida que ellas desean y no verse limitadas por lo que exige un bebé.
Las críticas no se hicieron esperar
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Muchas personas argumentaron que la criopreservación no era la solución final al dilema trabajo versus maternidad. Para ellos, es una medida que busca cambiar a la mujer y no la a organización.
Lo cierto es que la congelación de óvulos le da libertad a las mujeres de decidir sobre su futuro reproductivo. Ellas son las que dicen cómo y cuándo tendrán hijos. Atrás quedaron los días de ser mamás solo porque era el momento de ser madres.
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